martes, 18 de octubre de 2011

JAMES NACHTWEY


James Nachtwey (Siracusa 1948) se formó en historia del arte y ciencias políticas. Influenciado por las imágenes de la guerra de Vietnam y del movimiento por los derechos afroamericanos, decidió hacerse fotógrafo.

Aunque ha dedicado gran parte del tiempo de su carrera al continente africano, en realidad ha recorrido todos los rincones del mundo plasmando en sus cámaras las mejores escenas de guerras, revueltas, calamidades y sufrimientos humanos, siempre con la austeridad y veracidad de un gran fotógrafo.


Conocedor de los peligros que corre en cada momento de su vida, sabe sacar fuerzas de su especial temple y valentía a favor de estar en el lugar, en la primera línea de donde se suceden los acontecimientos. El mismo dice que el peligro comienza cuando te olvidas que existe, “con los años te vas confiando y te olvidas del riesgo y ahí es donde radica el peligro”. Fue herido en alguna ocasión y lo pasó muy mal en otras muchas.

Todos los testimonios de las personas influyentes en su vida, editores y redactores de prensa, galeristas americanos y otros profesionales de la fotografía, coinciden al calificar a James Nachtwey como un fotógrafo y reportero de guerra brillante, casi sin igual, pero lo más importante es su manera de ser, su carácter personal y su visión de la vida.

Fotografía, calamidades y James Nachtwey van unidos. Su personalidad se ha ido forjando con la fotografía, con los lugares y con los personajes fotografiados. “No es fácil que te dejen hacerles las fotografías a las personas que lloran a sus seres queridos muertos”, “es preciso una labor previa de acercamiento y comprensión, con calma y respeto a esas personas al borde de la desesperación”. Luego te aceptan porque comprenden que eres el portavoz de sus quejas, que serán vistos en otras partes del mundo y eso es una manera de luchar contra las injusticias de las guerras y calamidades.

Nachtwey ha vivido intensamente el sufrimiento de las guerras y de las desgracias de las personas que se encuentran en la miseria más absoluta del mundo, en la precariedad extrema, en condiciones infrahumanas. Como el caso de la familia que vive entre las vías del tren y el hombre está mutilado de un brazo y una pierna por un tren.

James convive con ellos desafiando a los peligros de cualquier tipo y poniendo en riesgo su salud, como en las minas de fósforo donde fotografía a los mineros en la extrema miseria extrayendo rocas amarillas del volcán sin la menor protección ante los gases.


James Nachtwey trabaja fundamentalmente en analógico y en blanco y negro. Es una fotografía esencialmente directa, aunque en el laboratorio a veces dirige los revelados para conseguir remarcar sus objetivos. Estudia minuciosamente los negativos y repite los positivados hasta quedar conforme.
No es un fotógrafo eminentemente de reportajes de guerras, James es un profesional de la imagen, de la fotografía de escenas sensibles donde el ser humano vive en la más absoluta de las desgracias y la desesperación, estén donde estén. Se acerca, vive con ellos, los comprende y luego los retrata; fotografía sus vidas, sus situaciones, sus entornos y sus sentimientos.

James Nachtwey ha hecho de su profesión su modo de vida y se ha dado cuenta de que no tiene vida, no tiene historia, su historia es la de los demás. Su sensibilidad ante los temas de sus fotografías le produce grandes dudas, planteándose a veces si tiene algún derecho a vivir a costa de las desgracias de los demás.

Nachtwey es sin duda el mejor más reconocido reportero actual en todo el mundo. Tiene multitud de reconocimientos y premios de diferentes entidades, organismos, empresas, etc. del mundo de la fotografía, por su labor y contribución a la divulgación de esa otra cara de la vida, la desgracia humana.

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